Adiós B, todo tiene su comienzo y final

Adiós B, todo tiene su comienzo y final

Conocí a B en uno de los países en los que tuve muchas emociones y un crecimiento espiritual increíble, ¡India! Había estado viajando con Lukas un amigo alemán, como era de costumbre durante nuestros días juntos fuimos a una cafetería que habíamos descubierto el día anterior para almorzar cuando de repente se acercó un chico a nuestra mesa a ofrecernos un masaje diciéndonos que había ido a India a estudiar «ayurveda» y que quería poner todos sus conocimientos en practica en un pequeño consultorio que había abierto en un pueblito cercano, una voz llena de energía y dulzura, sin que el nos diga sabía que por su acento era francés, no dejé que termine su ofrecimiento y acepté tomar un masaje al día siguiente, mi cuerpo me lo iba a agradecer, de eso estaba segura.

Hace 10 meses comencé este viaje sola en Asia después de una relación fallida que destruyó todo mi autoestima, un hombre que los últimos meses de noviazgo no había un día que no me dijera que todo lo que hacía estaba mal, me prometí jamás volver aceptar una relación así y que durante el viaje no saldría con chicos hasta que encuentre la persona correcta y eso lo sabría solamente siguiendo mi intuición y mi corazón, la verdad que no tenía apuro en absoluto. Tanto llegó afectarme ese suceso que en Filipinas el primer país con el que comencé este viaje tuve la suerte de encontrar una familia que me dio mucho amor, en ese entonces tenía temor a que alguien me abrazará o me tocará, tenía miedo que la gente me haga daño, pero de una manera muy sutil y lenta el viaje me volvió permitir confiar en la gente y aprender amarme profundamente, tarea que no es nada fácil y que la he conseguido con mucho trabajo.

Llegué al punto de encuentro donde habíamos quedado en vernos con B para el masaje, un lugar central para los dos, ya que su casa quedaba lejos de donde me estaba hospedando, yo había llegado tarde ya que no había calculado el tiempo y los 15 minutos que creí que tenía que caminar se convirtieron en 40, pero ahí estaba el esperándome con una sonrisa. Caminamos por medio de un bosque lleno de árboles y finalmente llegamos a su casa y consultorio, tuve un masaje y mientras sentía sus manos en mi cuerpo sentí una energía llena de amor, al terminar cenamos en su casa y tuvimos una conversación tan profunda y única sobre muchas cosas de la vida, nuestro crecimiento espiritual, nuestras experiencias de vida, mientras escuchaba su voz y veía sus ojos sabía que mi corazón estaba listo para abrirse otra vez al amor y sabía que era él la persona que yo había estado esperando. Ese día hablamos por unas cinco horas sin darnos cuenta del tiempo. Después de compartir unos días juntos decidí continuar con mi viaje en India y me fui a Rajasthan, B había llegado en el momento menos esperado y no sabía como manejar todas esas emociones, no quería cambiar mis planes por nadie, o como le decimos en el mundo coloquial no quería «atarme» a nada en ese momento, pero en cada bus que tomaba (fueron muchísimos), en cada cosa que hacía o veía el aparecía y una voz me decía: «Nicole permítete intentarlo».

No sabía que era lo correcto porque era feliz sola, no necesitaba de nadie para estar completa. Tengo que confesar que tomar la decisión no fue fácil, sabía que tenía que dejar muchas cosas por él, como la intensidad con la que trabajaba en ese entonces en  el blog, aunque no lo crean es un trabajo de 24 horas 7 días a la semana, muchas veces sin un solo descanso aquí lo que menos hay es glamour, no se dejen engañar por esas fotos que se ven perfectas hay mucho más que eso. Después de estar viajando sola en India y en Nepal y de hablar con él todos los días decidí volver a India por segunda vez  e intentarlo y aunque parezca una locura nos fuimos a vivir juntos, no había otra opción en ese momento, era la única que teníamos y aunque eso disminuía las probabilidades que funcione nuestra relación decidimos hacerlo.

La primera vez que lo vi  nuevamente desde la ventana de mi bus no sabía que hacer, tenía tantos nervios, pero una vez que me bajé y nos dimos un abrazo todos esos sentimientos desaparecieron y empezamos nuestra aventura. Vivimos por un tiempo en su casa en India rodeados por los Himalayas, mirábamos las estrellas en el cielo, íbamos a caminar en el bosque y veíamos los atardeceres juntos en su «lugar secreto» un punto escondido cerca de donde vivíamos, practicábamos yoga, celebramos mi cumpleaños y lo pasamos genial, ese día me lleno de tanto amor y detalles, yo seguía escribiendo artículos en el blog, la verdad que me costó mucho desconectarme del trabajo, tuvimos un tiempo perfecto fueron días de tanta felicidad a veces no creía que era realidad y lloraba en secreto sin que el me viera, el me cambió la vida y me sano, pero con las semanas algo fue cambiando y nos fuimos desconectando y es que cuando uno vive un proceso muy fuerte como es un viaje todas las emociones que salen al exterior son difíciles manejarlas en pareja, es un trabajo en solitario. Nuestro amor fue tan intenso pero fue apagándose hasta que en un momento simplemente ya no nos podíamos conectar nuevamente, al menos no como pareja.

Este tiempo junto a B ha sido para mi una montaña rusa de emociones y para el también, día felices, tristes, llenos de estrés, pero cuando uno está evolucionando tan rápido no sabe como manejar la situaciones  lo mejor es parar y volver a donde estabas. Para mí ésta relación ha sido una de las pruebas más difíciles, ya que el amor era algo de lo que estaba aterrada pero me siento orgullosa de como lo viví  y el que no haya funcionado no quiere decir que fracasamos, de hecho he aprendido tanto de esta relación y siento mucha gratitud con la vida por eso. Recuerdo que yo le dije a B antes de decidir estar juntos: «probemos un mes, conozcámonos más a veces pueden existir dos personas buenas pero simplemente no se conectan  y tenemos que estar consientes que eso puede pasar y hay que aceptarlo» y eso fue lo que nos pasó a nosotros, era una opción que estaba lanzada sobre la mesa.

Decidimos terminar hace unos días de la manera más atípica del mundo y digo eso porque conversamos muchísimo, nos reímos, lloramos, nos abrazamos y nos agradecimos por todos los aprendizajes que nos dejamos, yo sentí que deje caer un peso que tenía sobre mis hombros y nos prometimos continuar en donde nuestro proceso interior se paró por intentar ser un «nosotros», no ha sido fácil, a veces lloro pero es normal ¿Sino como puede currarse el corazón? sobre todo cuando vi salir a B de la casa que rentamos a Tailandia con sus cosas, una casa gigantesca en la que ahora yo vivo sola, pero mi tranquilidad es algo en lo que no hay negociación. Me siento feliz de continuar mi viaje de saber que las rupturas amorosas tienen otras maneras también de terminarse, de tomar todo lo bueno, de reconectarme con mi esencia y seguir, de no desviarme del objetivo de este viaje que básicamente me plantea las mismas preguntas todos los días ¿Quien soy? o  ¿Cual es mi misión en este mundo? y cada momento le encuentro nuevas respuestas.

Este viaje me ha regalado tantas cosas, me ha dado la sabiduría para romper con patrones repetitivos que pueden hacerte mucho daño y eso no es una tarea fácil. Termino diciéndoles que en todo lo que hagan en su vida escuchen a su corazón, ya que somos los únicos que tenemos las respuestas, estamos tan desconectados de lo que realmente somos que a veces nos olvidamos de vivir y sentir, no cerremos nuestro corazón jamás porque si lo hacemos nos podemos perder muchísimos aprendizajes.

No se cuanto tiempo más dure este viaje, pero quiero tomar todo lo que pase en mi vida como una lección y poner en practica uno de los principios más elementales del budismo que es el desapego y desde ahí continuar nuevamente el camino. Muchos me preguntarán que como estoy o como me siento y la respuesta es excelente (trato de ser positiva), obvio que extrañaré todos los detalles que B tenía conmigo pero estos seguirán presentes en nuestra nueva etapa como amigos.

«Gracias B por aparecer en mi vida y darme tanto amor»

17 comentarios en “Adiós B, todo tiene su comienzo y final”

  1. Lo que tu relato me ha sanado! Disfrutaba tanto leerte y verte porque me llenaba de coraje para emprender mi viaje. Y si, cuando uno busca autenticidad y crecimiento estas rupturas son frecuentes. Estoy en el mismo proceso. Gracias por tus palabras. Y por favor: sigue escribiendo.

  2. Comencé a seguirte poco antes de que dijeras que habías comenzado esta aventura, un viaje de amor muy retador para ti. Amo ver que las cosas terminaron en el momento oportuno y con muchas lecciones valiosas para ambos.Felicidades y gracias por compartir con un mundo de desconocidos algo tan íntimo y privado como esto. Te mando la mejor de las vibras desde México.

  3. QUE LINDA PALABRAS, JUSTO EN EL MOMENTO CORRECTO NICOLE… De tomar todo lo bueno de reconectarme con mi esencia y seguir, de no desviarme del objetivo de este viaje que básicamente me plantea las mismas preguntas todos los días ¿Quien soy? o ¿Cual es mi misión en este mundo? y cada día le encuentro nuevas respuestas. GRACIAS

  4. Que bueno cuando una vive consciente de cada cosa que sucede a nuestro alrededor y puede soltar aquello que simplemente no nos conecta con nosotros mismos. Es un proceso que cuando una lo entiende, hace que aquello que alguna vez nos resultó trágico, sea un aprendizaje constante. Saludos querida viajera. Te leo siempre. Besos desde Salta Argentina

  5. Nico, leerte ha sido como el relato de mi vida con la diferencia de que nadie sabe mi historia, pase un proceso muy similar, y aunque el ahora esta muy lejos de mi, supo sanarme y devolverme muchas ilusiones.

    Gracias por tu tiempo para relatar estos momentos….

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